¡Muy buenas! Arrancamos la semana con algo de energía y mucho frío. Por eso, nada mejor que un poco de Él para entrar en calor =D. Además, lo prometido es deuda. Hoy concluye la historia, es la parte final de toda esta trama.
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Previously:
- El Parásito - Presentación
- El Parásito II - Paranoia / Parte 1
- El Parásito III - Aparición
- El Parásito IV - Consecuencias (D.A.)
- El Parásito V - Paranoia / Parte 2 (D.A.)
- El Parásito VI - La Tormenta (D.A.)
- El Parásito VII - La Tormenta / Parte 2 (D.A.)
- El Parásito VIII - La auténtica tormenta
El Parásito
Desenlace
«No debéis escucharlo.
Para mí ya es tarde
porque como os he dicho he sentido sus palabras cada día y cada noche desde que
nací. Ha estado allí siempre. Mi Alfa... Me acompaña ahora. Lo veo. Estamos
sentados en el suelo de la habitación de hospital. Sobre mis piernas descansa
el ordenador y me ilumina el rostro. Es la única luz pero eso no me impide ver
sus ojos blancos y sus colmillos cada vez que sonríe, cuando habla. Le gusta
permanecer en cuclillas, es como un insecto gigante y sientes que te toca aun
cuando no lo hace porque te repele.
"Despídete de tus
amigos imaginarios."
No quiere entender que
son más reales que él. Se ríe de mí. Es lo único que hace. Debo despedirme de
vosotros, compañeros. No os he sido justa. He vomitado en estas palabras mi
miedo y mi dolor, os he llenado el corazón con mis terrores y temo...
"Ve a lo importante."
Os agradezco que me
hayáis leído. No hay demasiadas oportunidades de hablar sobre lo que sucedió.
Quería contarle la verdad a alguien aunque no me creáis. Sé cómo suena todo
esto. Solo la historia de otra loca asesina. Él... está bebiendo mis lágrimas.
Las recoge y las bebe.
No soy una asesina. Yo
no los maté. Mi cuerpo lo hizo, mis manos lo hicieron pero yo no fui. Fue Él quién tomó posesión de mí. Creedme. Por favor.
Adiós...
La joven abandonó su
habitación sin vigilancia dado que era una víctima en observación. Caminó por
los pasillos descalza, esquivando a quien pudiera intentar detenerla. Su mirada
perdida era lejana a lo que sucedía en su mente. El susurro de la criatura le
dictaba cuál era el siguiente movimiento.
Esconderse...
Robar un escalpelo...
Subir las escaleras...
Arrancar otra vida...
La joven cumplió una a
una todas las instrucciones. Fue el felino en la sombra, un ladrón perfecto que
deambulaba ajeno al tic-tac del reloj por el tejido desgarrado de la realidad.
En la azotea las lluvias y el viento la azotaron en su delgado camisón y ella
cumplió la última orden.
— Adiós.
Se clavó el escalpelo
en la carne para que el dolor la hiciera despertar un instante. Un segundo de
realidad y dominio de sí misma. Corrió, ajena a los gritos del parásito que la
había sometido toda su vida y saltó hacia el abismo.
Doce plantas más abajo
el suelo la recibió en un abrazo definitivo. Con un crujido seco todo acabó.
Los susurros callaron para siempre.
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Es una pena... Me
había acostumbrado a ella.
Salí de su interior como lo
estaba haciendo su sangre: muy despacio y tranquilo; y volví a su habitación.
Por eso me leéis.
Ella os habló de mí
sin ningún pudor, os dio todos los detalles que yo le dicté y ahora soy parte
vuestra. Ése es mi origen. Soy el ser que surge de un susurro, me alimento de
las pesadillas y los miedos, crezco en las mentes, en lo que vosotros llamáis almas.
Conozco vuestros terrores, vuestros deseos, lo que anheláis con tanta fuerza
que os ruboriza pensar. Soy lo que os revuelve el estómago y os excita. Os
tocáis pensando en mí. Soy el movimiento involuntario de la carne, el hormigueo
en la piel, el aliento en la nuca y las manos frías en la espalda. Soy real.
Llegué a ella porque
alguien, no diré quién, no soportaba más su carga en solitario y decidió narrar
su historia a un bebé que dormía en la cuna. Con cada palabra mi semilla entró
en ella, penetró, germinó y fuimos uno. Crecimos juntos. Ella no lo soportó
más. Nunca había tenido un recipiente tan joven, la exprimí hasta lo que ella
pensó que era el límite. Si se hubiese dejado llevar hubiera experimentado
placeres únicos e ilimitados.
Y contó su historia.
Así que, lectores, que
tengáis dulces sueños.
Nos vemos esta noche.
ÉL.»
¡Espero que les haya gustado!
Aquí concluye la historia de Él (o no xD). Agradezco todos los comentarios. Un beso enorme, saludos y cariños. Nos vemos
No había leído esto así que voy a empezar desde el principio :)
ResponderEliminarUn beso, nos leemos.
Espero que te haya gustado. O que te guste cuando lo leas =D
EliminarUn beso guapa, nos leemos ^^